Cáñamo y cannabis: ¿Cuáles son las diferencias?

Desde el punto de vista biológico, tanto el cáñamo como el cannabis pertenecen a la misma especie, Cannabis sativa.

Lo anterior significa que la separación oficial entre estas dos variedades depende únicamente de los límites de THC definidos por cada país.

Por ejemplo, en los países de la Unión Europea, todas las variedades de Cannabis sativa con una concentración de THC inferior a 0.2 % se clasifican como cáñamo. Todo lo que supera este límite se clasifica como cannabis.

En los Estados Unidos de América y en la Confederación Suiza, por su parte, el límite de THC se ha establecido en 0.3 %.

De forma tradicional, el cáñamo se ha cultivado durante más de 50 000 años como una importante fuente de fibra. Los pueblos paleolíticos y neolíticos de China, Japón y Europa lo utilizaban para la fabricación de tejidos, papel, biocombustibles, alimentos y piensos.

Incluso el presidente estadounidense George Washington cultivaba cáñamo. En su diario, menciona el cultivo de 27 fanegas de cáñamo para cuerdas y tela allá por el año 1765.

A pesar de su utilidad, el cáñamo siempre se ha asociado sin motivo válido con su pariente problemático, el cannabis.

La Ley de Tasación de la Marihuana, adoptada en el año 1937, prohibió cualquier variedad de Cannabis sativa en los Estados Unidos de América, lo cual condujo a la aniquilación de toda la industria. El cáñamo se incluyó en esta ley aun cuando carecía de propiedades psicoactivas, lo cual se tradujo en protestas masivas.

Llama la atención que el gobierno estadounidense siguió con el uso del cáñamo durante la Segunda Guerra Mundial para la fabricación de uniformes y cuerdas con uso militar, lo cual supuso una pausa en el cumplimiento de la Ley de Tasación de la Marihuana, y animó a los agricultores locales a cultivar cáñamo a pesar de la prohibición anterior. La campaña adoptó el nombre de “Cáñamo por la Victoria”.

En el contexto de la política internacional, la ONU publicó la Convención sobre Estupefacientes en 1961, y declaró al cannabis como sustancia controlada, pero determinó que cada país decidiera sobre el uso industrial del cáñamo.

En tiempos recientes, la mayoría de los países permiten el cultivo del cáñamo siempre que la concentración de THC no supere 0.2-0.3 %.

Como consecuencia, la popularidad de los productos con cáñamo comienza a retomar los viejos tiempos de gloria; textiles, elementos para construcción, aceite de semillas de cáñamo, proteínas, té y muchos otros productos han regresado al mercado y su crecimiento continúa. Empero, el nuevo nicho de los complementos alimenticios a base de cáñamo, en particular aquellos con CBD, es con diferencia el más fascinante.

Mientras tanto, el cultivo de cannabis con propiedades psicoactivas (con alta concentración de THC) aún está prohibido en la mayor parte del mundo, con excepción de Uruguay y Canadá.

H Drop solamente vende productos elaborados con cáñamo.

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