Sistema endocannabinoide: ¿Qué es? ¿Por qué nunca ha escuchado antes sobre este sistema?

En nuestro organismo tienen lugar varios procesos que nos ayudan a sentirnos sanos y a llevar una vida plena. La regulación de estos procesos corre a cargo de diferentes sistemas, sobre la mayoría de los cuales se investiga y se conversa a detalle. Ahora bien, la investigación de uno de ellos, a saber, el sistema que mantiene nuestro organismo en equilibrio, comenzó apenas durante la última década del siglo XX.

Nos referimos al sistema endocannabinoide (SEC), el cual ejecuta funciones esenciales en cada uno de nosotros. La investigación primaria del SEC expuso su probable conexión con diversas funciones de mantenimiento de la inmunidad, control del apetito y la memoria. Sin embargo, la mayor cantidad de investigación ha recaído en la notoria influencia del sistema endocannabinoide en el sistema nervioso.

¿Cómo actúa el sistema endocannabinoide?

El sistema endocannabinoide en seres humanos está compuesto por receptores (CB1 y CB2) y neurotransmisores (por ejemplo, la anandamida). Es más fácil imaginar el receptor como un ojo de cerradura, cuya abertura corre a cargo de un transmisor, lo cual permite la ejecución de su(s) función (funciones).

La anandamida es un cannabinoide natural presente en el cuerpo humano, cuya síntesis tiene lugar durante la estimulación externa (práctica de ejercicio) o interna (tensión física y mental, dolor, entre otros). Tiene una función reguladora, dirige la reacción del organismo a los estímulos mediante la reducción de la tensión física y mental o del dolor, y mantiene el equilibrio orgánico. No obstante, la anandamida se libera en pequeñas cantidades y se descompone con rapidez en el organismo.

¿Por qué nunca ha escuchado antes sobre este sistema y su interacción con el THC/CBD?

Una visión distorsionada de la propia planta de cannabis se ha significado como uno de los principales motivos por los cuales el sistema endocannabinoide se está dejando de lado en la ciencia tradicional. Se asocia en particular con el THC, mientras que se ignoran los demás cannabinoides presentes en la planta.

El descubrimiento del SEC ocurrió mientras se investigaba la interacción del THC con el cuerpo humano. Se concluyó que la molécula del THC puede unirse a los receptores CB1 y CB2, por lo que es bastante similar a la anandamida natural. Aun cuando el THC es similar a los neurotransmisores naturales, su estructura es lo bastante diferente como para provocar un efecto narcótico desagradable.

Por otro lado, otros cannabinoides (CBD, CBDA, CBC…) presentes en la planta de cannabis nos afectan de forma distinta. Debido a su diferente estructura química, no pueden unirse por completo al receptor, no obstante, ayudan al organismo a absorber mejor los cannabinoides naturales y evitar su rápida descomposición.

Durante la manutención del equilibrio orgánico, el CBD, junto con otros componentes, actúa como pacificador, lo cual permite la conducción del director natural y la conservación de la armonía por parte de toda la orquesta.